Los planetas en los que vivimos día a
día
Pablo Alejandro Castillo Barillas
Leyendo
la obra del maestro Antoine de Saint-Exupéry , el principito, eh caído en un
análisis socio-comparativo, de nuestra sociedad en la actualidad. La sociedad
en nuestros días nos moldea de una manera en que tomemos conductas y las
repitamos sucesivamente, con esto no estoy generalizando a todas las personas
existentes, pero posiblemente a una gran mayoría de personas.
A lo
que quiero comparar con la famosa obra, es sobre los distintos planetas que el
principito viajo y el parecido el cual
tenemos con los personajes que se presentan en la obra. Antes de empezar a
comparar los puntos que ya eh mencionado, aclarare que el motivo por el cual me
expreso es simplemente recreativo y constructivo, dando mi opinión, respecto a
los problemas sociales que enfrentamos.
Como
en el libro, se muestra al principito en el planeta de un rey, el cual deba
ordenes, mas sin embargo daba órdenes algo particulares, solo le daba órdenes a
las cosas cuando eren oportunas, el rey trataba de llevar un control sobre su
mundo, el fingía tenerlo, pero solo era una simple fantasía. Comparándolo con
nuestro día a día, podríamos decir que nosotros, siempre creemos tener el total
control de lo que nos sucede, y de lo que nos pueda suceder, pero no nos damos
cuenta realmente que hay factores muy importantes aparte de nosotros en los que
pueden influenciarnos todos los días.
El
segundo planeta estaba habitado por un hombre vanidoso, algo muy normal en la
actualidad, la vanidad nos consume en muchos sentidos, nos empuja a siempre
querer ser mas y hacer que nos alaben, como al personaje que menciona el libro,
muchas personas sacrifican tanto, por esa vanidad que realmente no sirve de
nada, en muchos casos, sacrifican su salud, su integridad moral é incluso su
propia familia.
Y
como otros de los planetas que más se puede observar es el planeta del hombre
de negocios, este se puede juntar con los otros dos personajes a los que ya he
mencionado, este personaje en especial, para mí, es la viva imagen de lo que la
cultura occidental a tratado de inculcar en la vida cotidiana, tratan de tener
un control innecesario eh ilógico en su vida, usan la vanidad y el orgullo para
poder llegar alto sin importar a quien machuquen abajo, para luego ser
machucados por alguien más grande, este tipo de personas que viven en este mundo, normalmente son personas infelices
que se dan cuenta de la realidad, es totalmente diferente a la que ellos se han
creado, eso no quiere decir de que no se pueda hacer un cambio en su vida, para
que tomen otra perspectiva de su mundo.
Y por
último, quisiera mencionar al mundo en el que vivía el principito, era un mundo
pequeño, tenía pocas cosas pero siempre disfrutaba aprender, disfrutaba de su
mundo por muy sencillo que fuera, este mundo lo podemos aplicar mas a los
niños, ellos aun no tienen los conocimientos que un adulto tiene, es por eso
que cada pequeña cosa le parece interesante y no le aburre. Concluiré diciendo
que, nunca hay que dejar de pensar como niños, porque hay mucho por descubrir,
poco por qué preocuparse y amar lo que hacemos, y nunca perder el respeto por
la vida.
Ese es el
milagro
En nuestros tiempos siempre van a haber
personas que van a criticar a la religión y del otro extremo siempre van a
haber personas que van a rechazar a la ciencia. En mi opinión estos grupos son
la minoría en el mundo, ya tanto de extrema derecha é izquierda, los fanáticos
son pocos, pero hacen demasiado ruido para ser escuchados. Es muy delicado
hablar sobre el tema de religión y ciencia, en este articulo tratare de de
demostrar mi punto de vista sobre la película manos milagrosas, la cual en mi
opinión es una gran película para poder analizar en este ámbito de religión y
ciencia. Primero empezare hablando sobre la ciencia, en este film el tema
principal es sobre como el Doctor Benjamín Carson pude realizar la primera
cirugía exitosa de separar siameses unidos por la parte posterior de la cabeza.
La historia de el doctor es realmente impresionante él como persona era muy
docta y estudioso, más sin embargo también era un fiel creyente más que a una religión a Dios y guardaba un
gran respeto por la vida. Ahora bien pongamos en contexto el artículo con la
película. Primero hay que formular la
pregunta. ¿El Doctor Benjamín Carson tuvo éxito por su conocimiento o por tener
el talento que Dios le otorgó? Esta es una pregunto un poco delicada, no quiero
sonar fanático religioso, ni ateo. Empecemos hablando sobre el conocimiento que
el Doctor poseía, el era una persona muy estudiada, con altas capacidades
intelectuales, era el mejor neurocirujano pediátrico de su país, tenía una gran
base en teoría y en practica de su oficio lo cual nadie puede negar. Eso es un gran punto a
favor de la habilidad que el poseía ya que, sin esas capacidades hubiera sido
imposible haber realizado aquella operación tan complicada. Ahora hablemos
sobre el milagro de sus talentos. Muchos dirán que no es un milagro tener
talentos, que simplemente es practicar algo hasta que sea bueno en lo que se ha
practicado, bueno en realidad en parte es cierto y pero hay más factores a
comprender, el doctor ya de adulto era una persona muy humilde y empática,
tenía esa necesidad de ayudar a las personas, y sabía que tenía el talento para
hacerlo, entonces bien aquí está el milagro, aparte de la gran fe que el doctor
poseía, él sabía perfectamente que no era Dios, que él era solo un instrumento
para llegar a un bien mayor, ese es el milagro, el milagro de tener humildad y
saber que los niños dependían de él, y también dependían de una fuerza mayor,
él sabía que no era Dios, sabía que tenía que usar ese conocimiento para salvar
las vidas de los pequeños, el milagro fue eso, la humildad, la fe, el
conocimiento y bueno uso de los talentos que el doctor tenia. En fin mi opinión
es esta, no hay un real avance en la ciencia si no hay fe, y no hay ciencia si
no hay humildad para dejar expandir nuestros conocimientos, somos algo pequeño
que pueden marcar la diferencia a niveles cósmicos, pero eso solo se logra
quitando la venda del ego de los ojos.