jueves, 11 de febrero de 2016


Un niño atrapado en un adulto
Cristina Rodríguez

La importancia del Principito radica en la importancia de la naturaleza del ser humano y de diversos puntos de vista sobre la vida.

Los personajes que aparecen en la obra por más pequeños que sean son muy significativos. Los boababs que buscan explotar el planeta del principito, la rosa que representa una mujer y el amor, el zorro que le enseña al principito el valor de la amistad, la serpiente que representa el mal y la muerte como tal y los ocupantes de los planetas a los que viaja antes de la tierra: el vanidoso, el borracho, el soberbio, el ambicioso, el geógrafo que escribe sobre lugares a los que nunca ha ido y el farolero que solo apaga luces y enciende todo el tiempo.

Es un personaje con pureza y con aires de inocencia que a pesar de las circunstancias adquiere los valores necesarios no solo para regresar al planeta sino también valores para afianzar su madurez. Relata los diversos aqueo tipos de personas, los defectos que son incapaces de ver y las cualidades que creen y presumen tener, la crítica a la sociedad y la pérdida a la imaginación al llegar a la etapa adulta.

Trata de una obra universal que busca relatar la vida cotidiana que viven y la delgada línea entre la imaginación y lo racional. Y, por encima de todo, es un hermoso canto a la amistad y a la camaradería, una desnuda y decidida exaltación de la alegría del amor y del juego compartido, del ofrecimiento de unos a otros. Es un cuento, pero uno de esos cuentos que, con su lenguaje sencillo, sus imágenes evocadoras y su vigoroso esquematismo, nos recuerda que hay otras formas de vivir y que todos nosotros debemos ser capaces de recuperar realmente lo que es importante en la vida.






No hay comentarios.:

Publicar un comentario